martes, 12 de febrero de 2013

Ahora dicen que no saben cuál gas causó explosión en torre de Pemex


PATRICIA DÁVILA

MÉXICO, D.F. (apro).- Después de que había afirmado reiteradamente que una concentración de gas metano fue la causante de la explosión en el edificio B-2 del Complejo Administrativo de Pemex, la mañana de este lunes el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, dio marcha atrás: señaló que aún no se ha determinado qué tipo de gas causó la explosión del 31 de enero y que cobró la vida de 38 personas.

Dijo que en lo único que el gobierno federal tiene certeza, es que no se trató de un evento ocasionado por explosivos. Durante un desayuno del titular de la Segob con reporteros, pidió tiempo para que los peritos de la UNAM, el IPN, la Policía Federal y la Procuraduría General de la República (PGR) concluyan la investigación. Afirmó, que será el procurador Jesús Murillo Karam quien dará a conocer, en su momento, el avance y, en su caso, responsabilidades al respecto.

Sin embargo, el mismo Osorio Chong acompañó al titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Jesús Murillo Karam, el lunes 4, cuando aseguraron que la explosión fue ocasionada por gas metano. Posteriormente, en la conferencia del jueves 7, acompañado por directivos de Pemex, Brian Dunagan, perito de la empresa británica, afirmó que los expertos que participaban en la investigación, coincidían en que se trataba de metano.

Osorio Chong abundó en el proceso de revisión: “Hay, digamos, dos sótanos, el sótano normal de este edificio y el sótano que le llamaban ellos uno, algunos hasta dos, donde estaban los cimientos abiertos, o sea, donde inician los pilares, que ahí hacían revisiones cotidianas. No en muchos edificios en el país, pero en éste sí, hay entradas a los cimientos. Esa es una parte donde estaban los trabajadores que fueron encontrados hasta el final.”

Precisó que para llegar a ese lugar, donde están los cimientos, que de por si medían alrededor de 1.60 –en la conferencia del día 4 de febrero, el procurador Murillo Karam afirmó que eran de 1.20–, la dificultad para entrar era mucha y hoy lo sigue siendo con todo el escombro que está ahí.

Dijo que el gas buscó una salida, por eso es que hoy se piensa que no fue en un solo lugar lo que se vio en videos de algunas televisoras: “recordarán, que da pegado al busto, pensamos que no es el único lugar por donde salió el gas, hay otro lugar donde está con las mismas circunstancias y creemos que también por ahí pudo haber salido otra parte del gas y por eso generó dos eventos”.

Por eso hay que ver toda la tubería, por eso hay que ver lo que está alrededor, por eso hay que ver si es también parte de un problema de subsuelo. Lo que se diga hoy son especulaciones, todavía no se ha determinado, no se puede determinar el gas.

“Me dirán ustedes: ¿Y qué no pueden entrar y medir a partir de un aparato, que sí existe, respecto al tipo de gas?, pues no, no hay forma, porque al salir, obviamente con todo ello salió el gas. Entonces no hay oportunidad de saberlo, si no es hasta en cuanto se tenga todo lo que hay en el subsuelo, lo que va poder determinar el tipo de gas”, explicó. En cuanto a que la explosión se registró en el horario de mayor afluencia de los trabajadores por la zona de mayor impacto, dijo que pero fue una “real coincidencia”, porque ni siquiera hoy se puede decir que hay responsabilidad de los trabajadores que estuvieron ahí en ese momento, porque no se sabe.

“Lo digo así, porque si bien, el primer día de rescate, no se podía entrar, sí se tomó cualquier cantidad de videos, para dejar plasmada toda la información de lo ocurrido y que no hubiera duda de lo que ahí sucedió. Llegamos hasta el lunes a informarles porque queríamos que todos los peritos, de todas estas instituciones, que trabajaron cada uno por su lado, pudieran verter su información”, aseguró.

El titular de la Segob indicó que se revisaron las paredes y estaban completas. Después del siniestro, en donde se da el lugar del evento, las paredes están íntegras, los mosaicos están en su lugar y exactamente ahí las paredes están enteras. Y la losa de los dos pisos que cayeron no se hizo pedazos, también cae por el mismo evento.
Osorio Chong, aseguró que estas consideraciones, así como el levantamiento de pruebas, fueron tomadas en cuenta por los peritos que participaron en la investigación: “Todos determinaron que no había explosivos, pues el explosivo es aquél que se logra con la manipulación de las personas…”.

La derrota de Televisa


JOHN M. ACKERMAN

MÉXICO, D.F. (Proceso).- The Guardian no se ha “disculpado” con Televisa y mucho menos se “retractó” de los importantes reportajes de Jo Tuckman sobre la complicidad entre la televisora de Chapultepec y Enrique Peña Nieto. Los artículos impugnados siguen disponibles íntegramente en internet, tanto en inglés (http://ow.ly/htIFJ) como en español (http://ow.ly/htIQ1), y el periódico no ha modificado una sola coma de su contenido. El rotativo también ha colocado en línea los archivos obtenidos por su reportera que documentan los supuestos acuerdos entre Peña Nieto y Televisa.

Desde que se publicó el primer artículo­ polémico el pasado 7 de junio, Televisa exigió una “disculpa pública” a The Guardian y pidió que se retractara de las acusaciones respecto a la venta subrepticia de cobertura mediática a Peña Nieto. También entabló una demanda legal en contra del periódico en tribunales ingleses. Pero la televisora no tuvo éxito en su estrategia jurídica ni en sus presiones mediáticas.

En el comunicado conjunto emitido el martes 5, el rotativo inglés se mantiene firme en su postura original de que los artículos impugnados “planteaban una cuestión de interés público sobre la relación entre Televisa y algunos candidatos a puestos de elección” y que fueron publicados “de buena fe con base en el material proporcionado por su fuente confidencial”. En otras palabras, The Guardian defiende a su reportera y ratifica en todos sus términos su decisión de difundir la información.

El comunicado deja claro que no hubo ninguna violación a los códigos de ética periodísticos. Al firmarlo, Televisa está aceptando la importancia de la información contenida en los artículos y avalando el trabajo absolutamente profesional de la periodista que los redactó.

Lo único que Televisa logró tras casi un año de pataleos, presiones y gastos en costosos bufetes de abogados fue un par de frases estériles en las cuales The Guardian, diplomáticamente y de manera totalmente abstracta, “reconoce que Televisa y sus periodistas buscan mantener los más altos estándares editoriales” y “acepta que las autoridades electorales resolvieron que la cobertura de Grupo Televisa cumplió con las estrictas normas electorales mexicanas y neutralidad política”. Es importante notar que el rotativo inglés no afirma que Televisa efectivamente cumple con “altos estándares editoriales”, sino sólo que “busca” hacerlo. Asimismo, The Guardian no avala el tratamiento que el IFE dio al caso Televisa, sino que solamente “acepta” que existió el carpetazo.

La lección entonces no es que los tentáculos todopoderosos de Televisa se extienden hasta Londres para aplastar cualquier cuestionamiento a su labor, sino que periodistas valientes y profesionales como Tuckman, y Jenaro Villamil, de Proceso, lograron penetrar exitosamente la armadura del Goliath mexicano al exhibir sus múltiples negocios turbios. Ningún comunicado insulso y mal redactado podrá borrar los océanos de verdades divulgadas en los polémicos reportajes.

Ahora bien, los mexicanos no necesitamos un artículo de The Guardian para darnos cuenta de que Televisa y el Instituto Federal Electoral no son neutrales o independientes. Su favoritismo hacia Peña Nieto se comprueba una y otra vez y es revelado sistemáticamente tanto en Proceso como en otros medios independientes. México cuenta con algunos de los mejores periodistas de investigación en el mundo que nos ayudan todos los días a entender los entretelones del poder.

Otra ventaja que tenemos en México es que aquí existe mucho mayor margen que en Inglaterra respecto de las críticas permitidas hacia funcionarios públicos y medios de comunicación. Aquel país es tristemente célebre por sus estrictas leyes en materia de difamación y calumnia, las cuales limitan de manera importante la libertad de expresión. Este contexto de control extremo es lo que realmente explica por qué The Guardian finalmente aceptó emitir un comunicado con Televisa.

Pero en México existe una libertad mucho más amplia en la materia. La desventaja es que ello puede utilizarse para amedrentar desde el poder a los medios independientes, como cuando Televisa en 2010 quiso ligar a Proceso con capos del narcotráfico o cuando la revista Letras Libres intentó en 2004 vincular el periódico La Jornada con el grupo terrorista ETA. Ni Televisa ni Letras Libres fueron obligadas a emitir comunicado o disculpa alguna por sus acusaciones cobardes y de evidente mala fe.

La buena noticia es que los nuevos criterios de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la materia son sumamente liberales y buscan proteger al máximo a quienes critican y exhiben a los poderosos. El reto entonces es trabajar para generar cada día más espacios de información y análisis crítico para que se difunda mejor lo que realmente está pasando en el país. Sólo así podremos evitar la información manipulada que nos recetan todos los días los principales medios de comunicación electrónica, así como derrotar una vez más la parcialidad autoritaria de Televisa.

www.johnackerman.blogspot.com

Twitter: @JohnMAckerman